UNA PUJA ECONOMICA QUE DESPERTÓ CORTES DE RUTA, CACEROLAZOS Y TENSIÓN POLITICA.
Día 1. El anuncio que disparó el conflict0
El 11 de marzo, el entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció un esquema de retenciones móviles para las exportaciones agrícolas, que implicaba un aumento para las ventas de soja y girasol. Planteó además la necesidad de poner freno a la "sojización", alterando artificialmente la rentabilidad del cultivo. Y explicó que la medida apuntaba a mantener bajo control el precio de los alimentos dentro del país. Al día siguiente empezó el conflicto que sigue hasta hoy, cuando las cuatro entidades que representan al campo convocaron a un paro por 48 horas. El 24 de abril, Lousteau renunció.
Día 3. Tractorazos y cortes de ruta
Los chacareros consideraron "confiscatoria" la medida del Gobierno y salieron a cortar rutas.
En asambleas a cielo abierto, advirtieron que una suba de retenciones del 35 al 44 por ciento significaba que el Estado iba a quedarse con uno de cada dos camiones de la soja que ellos cosecharan. Y que iban a perderse las ganancias por la suba de los precios internacionales, en medio de la crisis alimentaria mundial. Al ver el apoyo que tuvo el paro, los ruralistas dispusieron extenderlo.
El Gobierno reaccionó: dijo que el campo era uno de los sectores más beneficiados por la recuperación económica de los últimos cuatro años y que debía ser "más solidario y menos egoísta".
Día 14. "Son piquetes de la abundancia"
Lo dijo Cristina Kirchner, tras advertir que no iba a someterse a extorsiones. Sus palabras despertaron un primer cacerolazo porteño y reavivaron los cortes en el interior. Luego se abrieron rondas de diálogo entre la jefatura de Gabinete y los ruralistas, pero no prosperaron. El campo armó un acto masivo en Rosario por el 25 de mayo , mientras que el acto oficial se realizó en Salta.
Día 68. Tiran leche y hay desabastecimiento
Hubo 50 días de traspiés en las negociaciones. Empezó a faltar carne y productos básicos en los supermercados. Los ruralistas acusaron al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, de sabotear el diálogo con amenazas. Hubo citaciones judiciales a productores y se suspendieron exportaciones. Por el bloqueo de los caminos, se tiró leche, algo que fue repudiado por todos.
Día 95. Violencia, disturbios y patotas
El sábado 14 de junio, la Gendarmería quiso desalojar la ruta 14 en Gualeguaychú, pero no pudo. Alcanzó a detener al líder agrario Alfredo De Angeli y a otros 18 ruralistas, pero la protesta rebrotó. Tuvo réplicas inmediatas en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. La situación se tornó dramática. Otra vez sonaron cacerolas. Custodiados, Néstor Kirchner, ministros y funcionarios del oficialismo, llegaron por la noche a la Plaza de Mayo Día 97. El cacerolazo retumba en Olivos
El domingo, Día del Padre, entró en escena el vicepresidente Julio Cobos, a través de una carta en la que pidió la actuación del Congreso y el retorno del diálogo entre las partes. Pero el lunes, en pleno feriado por el Día de la Bandera, miles de personas salieron a las calles para exigir una solución inmediata.
Expresando el momento más delicado del conflicto, los manifestantes ocuparon las calles de las principales ciudades. Las cacerolas se hicieron oír durante cuatro horas en los barrios de clase media de Capital y el Gran Buenos. Llegaron al Obelisco y, por segunda vez en tres días, a la Quinta de Olivos. Muchos fueron convocados por mail y mensajes de texto. Otros se sumaron espontáneamente.
Volvieron a notarse fisuras en el Partido Justicialista. El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, pidió suspender el acto en Plaza de Mayo y terminar con las agresiones. En ese sector crítico también se ubicaron José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann.
Día 99. Cristina anuncia: que decida el Congreso
Con un oído en la protesta, la Presidenta mandó el proyecto de retenciones móviles al Congreso. Dijo que esta puja económica desató "una virulencia inusitada" y recordó que ella fue ungida por el voto popular para tomar decisiones.
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